domingo, 19 de julio de 2015

Canción triste de Hill Street, la serie que revolucionó la ficción en televisión.


Hill Street Blues tiene el honor de estar considerada la serie policiaca que marcó un antes y un después en su género, al revolucionar por completo el esquema narrativo que imperaba en la mayoría de series policiacas de la época, carentes de cualquier tipo de atisbo innovador ancladas en ciertos clichés y convencionalismos de los que costaba salirse. Con ella dio inicio la época dorada de la televisión norteamericana, al sentar las bases por las cuales se mantiene la ficción televisiva actual. La serie más compleja vista hasta el momento, construida a base de las historias personales y descarnadas se suceden en una comisaría, donde los capítulos dejan de ser auto concluyentes, para extenderse en el tiempo por medio de tramas que se van interrelacionando reforzando el aspecto humano y coral de la serie, y cuyo desarrollo tiene lugar a través de un ritmo envidiable que consigue sorprender y mantener en vilo al telespectador consta ntemente.

Steven Bochco fue el principal artífice y uno de los creadores de Hill Street Blues.

La idea surge cuando el presidente de la NBC, Brandon Tartikoff, decide encargar a dos jóvenes productores, Steven Bochco y Michael Kozoll, la creación de una nueva serie que cambiase por completo el concepto del género policial y así poder plantar cara ante las producciones de su principal rival la CBS. Fue la primera serie en contar con un presupuesto de un millón de dólares por episodio. Su estreno tuvo lugar a mitad de temporada en abril de 1981 y con continuos cambios de horario, lo que provocó unas audiencias realmente bajas. No así la crítica que la acabó aclamando, hasta el punto de otorgarle ocho premios Emmy por su primera temporada. Lo cual no pasó desapercibido al telespectador, consiguiendo que en la segunda temporada se multiplicara el número de seguidores hasta lograr consolidarse en la parrilla televisiva,  logrando alcanzar siete temporadas (1981-1987) y un total de ciento cuarenta y seis episodios en la NBC. A parte de batir el record como serie norteamericana más premiada a lo largo de la historia con más de cien galardones. En España fue emitida por primera vez en TVE1 en 1988 durante el prime time de los domingos bajo el título Canción Triste de Hill Street, en base a la traducción literal se hizo del título Hill Street Blues, en vez de Policías de Hill Street, lo que hizo se le dotara de un mayor significado y carga poética.
 
 
Cada episodio en Hill Street Blues comenzaba con el repaso al inicio de turno por parte del sargento Phil Esterhaus, impartiendo las órdenes e instrucciones precisas a sus agentes un tanto distraídos o adormilados pero dispuestos a iniciar otro día de trabajo sin mayor pretensión que cumplir con su deber, pues no iban de superhéroes sino como personas corrientes, con sus miedos, flaquezas, miserias, anhelos y ambiciones, que marcarían su jornada diaria. Tras advertirles el sargento Esterhaus: “Tengan cuidado ahí fuera”, frase que pasó a la posteridad, y servía de cierre a la primera escena antes de los títulos de crédito, daba comienzo un nuevo día en la vida de aquellos agentes de policía de la comisaría de Hill Street, con la puesta en marcha de un par de coches de policía saliendo de la estación de la comisaría, con su alarma y sirena encendidas, dispuestos a patrullar las calles de Hill Street, mientras suena una melodía con fondo de piano y guitarra compuesta por Mike Post. Igualmente, cada episodio terminaba por la noche, generalmente explorando la relación personal entre el capitán de la comisaría Frank Furillo y la fiscal del distrito Joyce Davenport, lo que permitía rebajar las tensiones vividas durante el episodio, cerrando de forma impecable el día vivido en la comisaría de Hill Street.

Comisaría de Hill Street.
 
Sus creadores tuvieron claro desde el principio que el principal protagonista de la serie sería la propia comisaría, por ello decidieron dotar a la serie de un gran elenco de actores secundarios y poco conocidos, tratando de evitar quitar protagonismo al lugar de trabajo, que era el verdadero epicentro. También se huyó mencionar en todo momento la ciudad a la que pertenecía dicha comisaría. El nombre de Hill Street fue tomado por su creador Steven Bochco de el Distrito Hill, que estaba cerca de donde había estudiado cuando era joven. Aunque su grabación se realizó principalmente en Los Angeles y en algunos exteriores de Chicago, incluyendo su comisaría de policía.
  

A pesar de ello no impidió catapultar a todos sus protagonistas hacia el estrellato televisivo acaparando varios premios Emmy entre otros galardones, por la gran calidad y autenticidad dotaron a unos personajes llenos de matices, mostrando siempre su lado mas humano, con el que el telespectador consiguió empatizar fácilmente, constituyendo el mayor acierto y éxito de la serie.


Entre el reparto estaba el capitán Frank Furillo (Daniel J. Travanti), jefe de la comisaría, destacó por su liderazgo entre el grupo siendo capaz de elevar la moral y confianza de sus compañeros, por su gran profesionalidad y efectividad resolviendo los casos, además de su carácter diplomático. En el personaje de fiscal del distrito y amante de Furillo estaba la bella Joyce Davenport (Verónica Hamel), inolvidables fueron cada una de las escenas íntimas protagonizaron ambos, con las que se ponía fin a cada episodio. Estos dos personajes y el sargento Phil Esterhaus (Michael Conrad), constituían el núcleo central de la serie, hasta el punto de marcar el comienzo y final de cada capítulo. Pero especialmente emotivo fue cuando la enfermedad de cáncer padecida por Michael Conrad fue introducida como una de las tramas de la serie afectando a su personaje, siendo testigos de su degradación física en la serie por voluntad del propio actor, que quiso estar al pie del cañón hasta el final. El episodio de su muerte en la cuarta temporada: ‘Grace under pressure’, está considerado uno de los mejores de la historia.

 
También estaban la pareja de policías Renko y Hill (Charles Haid y Michael Warren), siempre enfrentados o, la agente Lucy (Betty Thomas), llegando esta última a despertar gran interés entre el colectivo lésbico al denotar cierta masculinidad en demostrar que era gual de valiente y eficaz que cualquiera de sus compañeros masculinos.
 
 
Entre los personajes más singulares se encontraba el sargento Belker (Bruce Weitz), un verdadero sabueso en el sentido mas amplio del término, solía moverse por las calles y barrios más conflictivos de Hill Street pasando bastante desapercibido ante los traficantes de droga y delincuentes de poca monta por su aspecto e indumentaria mas propia de un vagabundo que de un agente del orden. Por otra parte estaban los detectives de paisano, el fracasado y adicto al alcohol y juego LaRue (Kiel Martin), el tranquilo y sabio Neal Washington (Taurean Blaque) o, el bondadoso detective Goldblume (Joe Spano); aparte del comprensivo y trabajador teniente hispano Ray Cayetano (René Enríquez) y el autoritario teniente Hunter (James B. Sikking), responsable de los equipos especiales de asalto de la comisaría.

Mítica cabecera de la serie Canción Triste de Hill Street.

La serie fue ganando en cada temporada, hasta alcanzar su cenit creativo en la cuarta temporada. A partir de entonces, y tras la marcha de su creador Steven Bochco durante la sexta temporada, unido a la muerte de cáncer de Michael Conrad, obligó a tomar la decisión de no estirar la serie más de lo necesario, poniendo fin a la misma con su séptima temporada. El último capítulo constituyó el mejor colofón para una de las mejores y más galardonadas  series de la historia de la televisión, con un incendio que destruyó la comisaría, pero apagado el fuego y entre los escombros los policías siguieron con su trabajo porque sabían que era su obligación, sin ninguna heroicidad mayor que la necesaria.