domingo, 20 de noviembre de 2011

Elena Ochoa, 'la doctora del sexo'.


En 1990, hace más de veinte años, en la televisión de nuestro país aparece por primera vez un programa dedicado a hablar de sexo de forma clara y directa. Sorprendentemente, para la época fue revolucionario. Hay que tener en cuenta que todavía existía una escasísima información y desconocimiento en temas sexuales entre la población, así como, había bastante pudor y recelo hablar abiertamente en público sobre sexo.

Aprovechando que el Gobierno de entonces estaba preparando una campaña de prevención del SIDA y conceptiva. Chicho Ibáñez Serrador entendió que la mejor forma para mejorar la educación sexual de los españoles, desde un medio como la televisión, era crear un programa donde se tratara de educar en temas sexuales, captando así una enorme audiencia, al tiempo que permitiría romper con una serie de tabúes aún imperaban en televisión a la hora de hablar de sexo.


Y decidió llamar a ese nuevo programa, claramente y sin titubeos, Hablemos de sexo. Realmente de eso trató, eso si, desde un planteamiento didáctico, serio y responsable. Y para ello, nada mejor que la cara visible fuese alguien desconocido entre el gran público y que mostrase ese carácter riguroso Chicho quiso imprimir al programa, dando plenamente con su rostro, Elena Ochoa, que encajó a la perfección.
 
Así, Elena en su debut ya nos adelantaba lo que sería el programa: en Hablemos de sexo...cuyo fin fundamental es la información sexual, porque somos de la opinión de que la información sexual no hace daño, lo que hace daño es la falta de información o la información deformada, no pretendemos dar doctrina moral ni se discutan las últimas técnicas y prácticas sexuales, lo único que pretendemos es definir lo que es saludable y no es saludable en una conducta sexual.


Y, no fue mas que el comienzo de un fulgurante éxito, convirtiéndola en un personaje muy popular, pasando a ser por el común de los telespectadores como 'la Doctora Ochoa'. Hablemos de sexo, a la vez de instructivo, resultó ameno y divertido, en parte, debido a sus protagonistas, en su mayoría gente anónima, que bien a pie de calle respondían a preguntas se planteaban desde el programa, o como público asistente en plató tenían la oportunidad de formular sus dudas sexuales a Elena Ochoa, que junto a las llamadas telefónicas daba paso la presentadora, atendía con toda la seriedad y amabilidad, a lo sumo podía esbozar una leve sonrisa ante las sorprendentes y surrealistas preguntas realiza el público, poniendo de manifiesto el gran desconocimiento de la población en cuanto a información sexual.

La novedad que en televisión se tocase de forma tan abierta y directa temas sexuales, el rigor con que estaba hecho el programa y su carácter participativo, contribuyeron sin duda al gran éxito de Hablemos de sexo. Se ha dicho, no sé si podría calificarse de leyenda urbana, que muchas de las llamadas se hacían y entraban durante el programa estaban preparadas, siendo creadas a propósito para que su presentadora pudiera lucirse e ilustrar sobre lo que debe ser una conducta sexual correcta.

A través del programa pudimos conocer mejor y familiarizarnos con diferentes términos y conceptos y olvidar ciertos prejuicios relacionados con el sexo. Y, sin tener que caer en lo escabroso y en el sensacionalismo, a pesar de haberse tratado por primera en televisión el sadomasoquismo, zoofilia, etc, con el testimonio de personas que lo practicaban, pero siempre mostrado desde la máxima dignidad y respeto a la intimidad de la persona. Nunca un programa de sexo en televisión ha sido llevado de forma tan elegante como Hablemos de sexo.


Después del éxito conseguido con Hablemos de sexo, con cuarenta y cinco programas emitidos durante un año. En 1995, Elena Ochoa se pone al frente de un nuevo espacio Luz Roja, también dirigido por Chicho Ibáñez Serrador. Un programa hecho a su medida, como especialista en psicopatología, abordando temas un tanto duros y llamativos de entre las diferentes patologías, adicciones, traumas de la conducta humana, que aparte de ser mostrados eran explicados y analizados. Fue en las primeras entregas del programa donde se trató aquellos comportamientos más extremos e impactantes. En lo sucesivo, se fue dulcificando, lo que llevó también a una pérdida de cierto interés por parte de la audiencia, no consiguiendo la repercusión de su antecesor Hablemos de sexo.


Elena Fernández Ferreiro López de Ochoa, popularmente conocida como 'la Doctora Ochoa'. Si bien, se hizo popular por hablar de sexo en televisión, como si de una experta en la materia se tratase, cuando realmente no era sexóloga sino psicóloga, habiendo desarrollado una amplia labor en el mundo de la investigación de enfermedades mentales. Su labor docente como profesora especialista en psicopatología la desarrolló a la par realizó su incursión en los medios de comunicación, televisión, prensa y radio.


Hasta que en 1996 da un giro radical a su vida y carrera, primero se casa con el arquitecto Norman Foster, pasando de una popularidad a una vida más silenciosa y centrada en su familia, y en lo profesional deja su vida académica por su incursión en el mundo editorial y artístico, fundando la editorial Ivory Press, especializada en libros de artistas dirigidos a museos y coleccionistas. Así como, su último proyecto la revista C Photo Magazine, dedicada a las últimas tendencias en fotografía.



martes, 1 de noviembre de 2011

Jane Badler, Diana la líder visitante de 'V'.


Jane Badler siempre será recordada por haber interpretado a la malévola y sensual Diana en la serie V de mediados de los 80, en uno de esos personajes capaz de ignotizar con su mirada profunda a millones de telespectadores, sintiéndose atrapados cual presa. Todo, gracias a que Jane Badler supo ponerse en la piel de una comandante alienígena de personalidad muy marcada, caracterizada por su tremenda frialdad, gran capacidad cálculo, ímpetu y poderosa ambición que combinado con su belleza agresiva hicieron de ella todo un icono sexual.


Diana ambicionaba liderar la misión de los Visitantes sobre la Tierra, y así ganarse el favor de el Líder (el rey supremo en su planeta). Enseguida adquerirá el protagonismo entre los suyos, ideando para ello los planes más perversos y sin tener la más mínima consideración por quien se interpusiese o dificultase su camino.


Diana se verá obligada a librar las  batallas más encarnizadas contra la Resistencia, que formaban aquellos disidentes humanos mostraron desde el primer momento su desconfianza ante las buenas intenciones y deseos de colaboración de los Visitantes, y que lideraron entre otros el cámara Mike Donovan (Marc Singer) y la doctora Julie Parrish (Faye Grant).


Pero también tuvo que hacer frente y salvar ciertas diferencias con aquellos de su especie que no compartían su estrategia y métodos. Muestra de ello fue el constante roce y enfrentamiento mantenido con Lydia, o la persecución a la que sometió a los miembros de la Quinta Columna, facción de los Visitantes liderada por Martin, contraria a la invasión y aniquilación de la especie humana.


Aparte de dejar alguna de las escenas más polémicas, cuando Mike Donovan comprueba la verdadera identidad de los Visitantes al ver a Diana tomar como alimento a una cobaya, hecho que provocó un impacto enorme en la audiencia, dando lugar a uno de los mayores hitos televisivos se recuerdan.


La idea de la serie V surge del productor Kenneth Johnson, y originariamente consistía en una miniserie basada en la resistencia francesa durante la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial, llevando por título Storm Warnings (Señales de Tormenta). Proyecto del cual no mostraron gran interés las diferentes cadenas a las que fue presentado. Es entonces cuando Johnson da un giro radical a su proyecto mostrando una alegoría contra el nazismo a modo de invasión alienígena en lucha contra la Resistencia, que conformaban aquellos disidentes entre los humanos que no claudicaron ante las promesas y buenas intenciones de los Visitantes. Y, donde el personaje de Diana no era más que una adaptación ficticia del doctor nazi Joseph Mengele, quien manipulaba a los seres humanos para anular su voluntad y quien les sometía a abyectos experimentos anatómicos. Un cambio en el proyecto original, que si convenció a los directivos de la NBC, ya que les recordaba a la saga Star Wars.


En principio, fueron dos miniseries las que se realizaron y sobre las cuales Johnson  tuvo prácticamente todo el control a pesar de ciertas imposiciones de la cadena NBC, básicamente de orden presupuestario, y que se hizo notar especialmente en la segunda miniserie. La primera miniserie V the visitors, contaba con dos capítulos de noventa minutos cada uno y la segunda V the final batle, con tres episodios de noventa minutos cada uno. Posteriormente se hizo una serie regular V the serie, contando con diecinueve capítulos de cuarenta y cinco minutos cada uno, y sobre la cual Johnson ya no tuvo implicación alguna, lo cual se puso de manifiesto al carecer del mas mínimo trasfondo histórico en referencia al nazismo a diferencia de las dos primeras entregas. Muestra de ello, ya no se hacía mención alguna a todos aquellos que lucharon a favor de la Resistencia al final de cada capítulo, incluso se llegaron a mostar  ciertas incoherencias, cuyo fin primordial era ir destinada al mero divertimento de sus seguidores más fervorosos. Si bien la serie V comenzó sus emisiones en EE.UU a partir de 1983, a España no llegaría hasta 1985, y de la que se tomó todo el material proveniente de EE.UU, de tal forma que las miniseries se convirtieron en capítulos de cuarenta y cinco minutos sumándose a los diecinueve capítulos de la serie propiamente dicha, resultando al final un total de veintinueve capítulos. Hace un par de años aún ha sido repuesta, y con notable éxito. Una serie que ha conseguido perdurar gracias a que fue una serie adelantada a su tiempo y de la cual bebieron muchas otras.


Jane Badler comenzó su carrera profesional como modelo, llegando a ser Miss New Hampshire en 1972. Al año siguiente compitió para proclamarse Miss América, que al final no consigue. Su carrera como actriz prácticamente se desarrolló en televisión, comenzando en 1977, con el serial One life to live en el que permaneció hasta 1983. También colaboró con un destacado papel en la serie The Doctors.


En 1983 saltó a la fama como la  comandante Diana en la serie V, en la que permanece como uno de sus estrellas principales hasta la finalización en 1985 y por la que conseguirá el merecimiento de estar entre las veinticinco leyendas de la ciencia ficción televisiva. Sin embargo, el peso de Diana en la serie V lejos de encasillarla le permitió seguir participando aunque fuese con papeles secundarios en destacadas series o producciones serie B. Así la pudimos ver en la  mítica Falcon Crest, durante la temporada 1986-87, interpretando a Meredith Braxton, mano derecha de Richard Channing (David Selvy), en la serie She wrote murder, así como en la serie de acción y aventuras The Highwayman.

Jane Badler en el personaje de Shannon Reed de la serie Mission Impossible.

En 1989 participa en una nueva adaptación de la serie Mission Impossible junto a Peter Graves, uno de los actores de la original, interpretando el papel de Shannon Reed. A principios de los 90 se muda a Australia donde se casó con el empresario Stephen Hains, con quien tuvo dos hijos. En este país continúa con su carrera participando en diferentes series como actriz invitada, la pudimos ver en Cluedo, Las nuevas aventuras de Flipper o La saga de los McGregor, The Lost World, Blue Heelers o la exitosa Neighbors en el papel de otra mala Diana Marshall, aparte de participar en varias obras de teatro y musicales.

Jane Badler (derecha imagen) en el pesonaje de Lucía en la película Lluvia de Otoño de José Ángel Rebolledo.
Imagen cedida por la Filmoteca vasca (http://www.filmotecavasca.com/)

Un hecho a destacar es el vínculo de Jane Badler con nuestro país a través de un par de películas realizó a finales de los 80, tras el éxito de su personaje en la serie V. La primera película que rodó en España fue Lluvia de otoño 1988 del director José Ángel Rebolledo, donde se nos contaba la historia de un escritor sin éxito que se desespera ante el éxito como actriz de su mujer. Al año siguiente regresaría de nuevo para rodar la película Oro fino de José Antonio de la Loma, donde se narraba el enfrentamiento de dos familias vitivinícolas europeas a raíz de una acusación falsa de robo.


En 2010, intervino como actriz invitada en varios episodios de la segunda temporada de V second generation, dando vida a Diana, la madre de la visitante Anna (Morena Baccarin), que tras haber estado encerrada en una celda de la nave nodriza durante más de quince años aprovecha el momento de su liberación para vengarse de su hija. En esta ocasión se nos ofrece una Diana más paciente y maquiavélica. No cabe duda que su recuperación fue un guiño en toda regla a los fans más incondicionales de la serie V de los 80, a la vez se quiso fortalecer de alguna forma la segunda temporada de un remake que no ha conseguido el éxito del original.


Por último, señalar una faceta no tan conocida de Jane Badler, como es su pasión por la música. Y muestra de ello son los dos álbumes ha sacado hasta el momento. El primero en 2008, que lleva por título The devil has my double, y sirvió de banda sonora a la película Under the red moon, en la que también tuvo una participación. Ya en 2011 y al amparo de su banda Sir ha sacado un álbum que lleva por título Tears Again, con reminiscencias jazzísticas.