lunes, 5 de enero de 2015

Fraguel Rock, un pequeño universo excavado en la roca.

  
Si hay una cosa que no he conseguido olvidar con los años, aparte de la alegría y entusiasmo me produce su recuerdo, es la canción de cabecera de una conocida serie infantil, que comenzaba así: Vamos a jugar (palmas), tus problemas déjalos. Para disfrutar (palmas), ven a Fraguel Rock… Y, a la que se añadía, una voz en off que nos aseguraba: el centro del universo está en un lugar maravilloso excavado en la roca llamado Fraguel Rock. Para nuestro descubrimiento y sorpresa.

Jim Henson rodeado de sus marionetas de la serie Fraguel Rock.

El causante fue Jim Henson, creador para varias generaciones de niños, de toda una serie de originales programas de marionetas, como Barrio Sésamo Los Teleñecos, por los que consigue revolucionar el mundo de la televisión. Y que llegó a una de sus más elaboradas creaciones con la serie Fraguel Rock, considerada su obra maestra. Un pequeño universo repleto de seres originales que habitan en mundos dispares pero aledaños, ignorando lo interrelacionados que están entre sí y lo mucho que se necesitan. Toda una alegoría del mundo real y las relaciones humanas.

El perro Sprocket y su dueño Doc.

De una parte, en la serie Fraguel Rock está el mundo de los humanos representado únicamente en el personaje de un inventor llamada Doc (Gerard Parkes), al que acompaña en su casa-taller su inseparable perro Sprocket.

Dudo, Rosi, Gobo, Mussy y Bombo.

De otra, está el mundo de Fraguel Rock, una roca excavada en el subsuelo a la que da nombre la serie y que comunica a través de una serie de galerías subterráneas, donde sus habitantes son los Fraguel, seres diminutos despreocupados y divertidos, cada uno es de diferente color y todos van provistos de una cola terminada en un puntacho peludo. Entre los principales protagonistas destacan cinco amigos: Gobo, Mussy, Rossy, Dudo y Bombo. De personalidades definidas: Gobo es el que ejerce de lider, se caracteriza por su sentido práctico y afán explorador; Mussy es mas espiritual y de carácter tranquilo; Rossy por el contrario es muy hiperactiva y una gran atleta; Dudo en cambio es nervioso e indeciso y Bombo maniático y depresivo.

Los Goris.

Por último, como mundo paralelo a Fraguel Rock está el de los Goris, principales enemigos de los Fraguel, son unos seres de grandes dimensiones, peludos y un tanto estúpidos. En la serie están representados a través de los padres y su hijo al que tienen confiado todo su reino que no era más que una casa y un jardín, en el cual está la Montaña de Basura a la que acompañan dos ratas Filo y Mena.


A pesar de que los habitantes de Fraguel Rock viven en un mundo oculto para los humanos y Goris. Aquel está intercomunicado a través de una serie de galerías, que en el caso del mundo de los humanos, desembocan en el hueco de la pared de la casa taller de Doc. Y en el de los Goris, a través de los agujeros hay en el huerto de la casa que habitan, así como del pozo que da con el estanque de los Fraguel.

Tio Matt, el Fraguel viajero.
 
Los Fraguel sienten un gran temor y desprecio hacia los humanos, a los que se refieren como criaturas del mundo exterior. Hasta el punto que sólo un Fraguel se ha atrevido a salir y explorar el mundo de las criaturas. El Fraguel en cuestión es el tío Matt, más conocido como el Fraguel viajero. Sus descubrimientos y relaciones con los humanos llegan a conocimiento de los Fraguel a través de una serie postales que envía a la casa taller de Doc, y este por desconocimiento acaba tirando en la papelera, al pensar que se trata de una equivocación del cartero, circunstancia que aprovecha el sobrino de Matt, Gobo para recogerlas teniendo para ello que salir a toda velocidad por el hueco hay en la pared del taller a unos metros de la papelera, y así no ser descubierto. Sin embargo, Sprocket, el perro de Doc, siempre está al acecho tratando de sorprender a su dueño de la existencia de los Fraguel sin demasiado éxito. Gobo, por su carácter explorador siente una gran admiración hacia su tio Matt, al leer las postales le envía no hace más que fantasear que algún día podrá salir al mundo exterior.

 La Montaña Basura junto a los Fraguel.

Los Fraguel se pasan la vida jugando y divirtiéndose, apenas trabajan media hora a la semana. Su alimento preferido son los rábanos y los sustraen del huerto de los Goris, ganándose la enemistad de estos. Aparte frecuentan el jardín de los Goris porque en él se encuentra la Montaña de Basura, la voz de la sabiduría y experiencia para los Fraguel y a la que acuden cada vez que tienen algún problema o alguna duda que resolver.

Los Curris.

Pero los Fraguel no son los únicos habitantes de Fraguel Rock, en la roca excavada están también los Curris. Estos ignoran por completo a los Fraguel, son muy pequeños (apenas miden dos centímetros), mantienen un gran parecido entre ellos y van provistos de casco, botas y sus correspondientes herramientas, ya que su afán es trabajar sin descanso construyendo autopistas y edificaciones que los Fraguel acaban destrozando para comérselas.

 
La serie fue emitida por primera vez en EE.UU. y Canadá en 1983 y debido a su éxito contó con cinco temporadas y un total de noventa y seis episodios, finalizando su emisión en 1987. Pero Jim Henson quiso que llegase a más países a través de una versión adaptada para cada uno ellos en la parte de la serie donde aparecían personajes humanos, al igual que había hecho con otras de sus producciones como Barrio Sésamo. Su éxito fue arrollador, pasando a ser emitida por cerca de ochenta países en todo el mundo, entre los que se encuentra España, y a diferencia de la mayoría, TVE optó por emitir la versión original, con la única particularidad de que para nosotros, en la traducción se hizo de la serie, pasó a ser conocida como Fraguel Rock en vez de Fraggle Rock, y sus habitantes, lógicamente, como los Fraguel.
 

Con los Fraguel, los niños no sólo nos divertimos a través de las aventuras y canciones protagonizaban tan simpáticos personajes, aprendimos de ciertos valores universales referentes al ser humano y su medio natural. Todo ello, desde la simplicidad del pequeño universo de Fraguel Rock, en el que cada episodio terminaba como si de un cuento se tratara, con su moraleja final a modo de número musical protagonizado por los propios Fraguel.