sábado, 30 de mayo de 2015

Cristina Morató, una periodista intrépida.


Hoy día, a Cristina Morató se la conoce sobre todo por su faceta de escritora de biografías de mujeres viajeras y aventureras, labor que viene ejerciendo de forma prolífica y con gran éxito desde finales de los noventa, una vez que deja la televisión. Sin embargo, aquellos que disfrutamos de la televisión de los 80, sin duda, recordamos su primera vez delante de las cámaras, con apenas veinticuatro años, al presentar, de forma acertada y con gran naturalidad, uno de los espacios más novedosos del verano del 86, como fue Plató Vacío. Un programa de entrevistas y actuaciones varias, que como su propio nombre indica, se realizaba desde un plató sin apenas decorado, el cual se iba llenando con las aportaciones realizaban los invitados al mismo, para de esta forma tratar de sorprender y despertar la curiosidad del telespectador. Una propuesta que encajaba a la perfección con la personalidad y forma de ser de la propia Morató, caracterizada por su sencillez, inquietud, curiosidad y afán de sorpresa ante la vida.


Cristina Morató se inicia profesionalmente con apenas dieciocho años, trabajando para varias revistas, a comienzos de los 80, como fotógrafa y reportera en países en conflicto como Nicaragua, Honduras, Costa Rica o El Salvador. Una profesión por la que se vio atraída en un principio hasta que pudo comprobar sobre el terreno de los verdaderos horrores provoca la guerra: muerte, dolor y demás injusticias sociales. Esto hizo mella en ella,  por lo que decidió que aquel tipo de periodismo no era lo suyo, pues no tenía el estómago suficiente para estar detrás de la cámara sin poder ayudar a los que verdaderamente lo necesitan. En cambio, si le permitió encontrar en el periodismo la forma desde la que poder realizar lo que más ansiaba, y era viajar, no tanto en plan aventura o por puro placer, si no mas bien para conocer y aprender de otras gentes y culturas, aún siendo entre los países más complicados y difíciles del Planeta. Así, a partir de 1983 inicia un primer periplo por el continente africano como reportera, siendo su primer destino Guinea Ecuatorial. Más tarde, en su regreso al continente, la llevaría a Zaire, esta vez, como cooperante.

Cristina Morató presentando el programa Plató Vacío 1986.

Durante su estancia en España, y tras pasar por diferentes programas como redactora y documentalista, tuvo la oportunidad de ponerse delante de las cámaras para presentar un nuevo programa de entrevistas y actuaciones musicales llamado Plató Vacío, realizado desde los estudios de Sant Cugat de TVE por parte del equipo del programa Directo en la Noche capitaneado por Miquel Fortuny , se emitió en TVE1 por primera vez el 22 de julio de 1986 permaneciendo cada noche del martes nada más finalizar la segunda edición del Telediario hasta finales de 1986. El programa estaba grabado y no contaba con público presente, pues se realizaba desde un plató cuyo decorado iba variando en función de los invitados asistentes al mismo, que podían ir desde gente anónima a famosa. En ambos, sus entradas solían tener lugar de manera espectacular y de la forma más insospechada, tratando así de sorprender al telespectador, como ocurrió en una ocasión -y no es ninguna leyenda urbana- con la entrada en medio del plató de un enorme elefante.

Cristina Morató presentando el programa A mi manera 1989.

Posteriormente, pasó a formar parte de las que se conocieron como chicas Hermida al colaborar en la presentación del magazine de tarde A mi manera, que dirigió y presentó Jesús Hermida entre los años 1989-1990 para TVE. Entre 1990-1991 realizó igual labor, esta vez, junto a María Teresa Campos en el programa Ésta es su casa que esta dirigía. A partir de 1993 dio el salto a Telemadrid para presentar un programa de actualidad de periodicidad semanal Sucedió en Madrid, dirigido entre otros por Fernando Olmeda, que a través de una serie de reportajes, reconstrucciones, testimonios y opiniones de expertos se narraban aquellos hechos y acontecimientos más llamativos ocurridos en la comunidad madrileña. También dirigió en 1997 en la misma cadena el programa de testimonios Hablando con Gemma que presentó Gemma Nierga.


En 1998, dirige en Telecinco el programa de debate Todo depende, con Jordi González como presentador. Su último trabajo para la televisión, antes de dedicarse a la escritura, con la salvedad del año 2000 en que dirige de nuevo un programa de corte similar Quédate conmigo, esta vez con Ely del Valle al frente. Tras el cual se volcó de lleno en la escritura, desde la que quiso recoger todas sus experiencias vividas en los más de cuarenta países que visitó a lo largo de su vida, y que decidió centrar me manera especial en las grandes olvidadas, las mujeres de los países en  vías de desarrollo y zonas rurales del Planeta. También en su condición de mujer viajera quiso mostrar la vida de muchas otras le precedieron con libros como Viajeras intrépidas y aventureras, donde recoge la figura de pioneras en la aventura de viajar como fueron Egeria (la primera gran viajera conocida), Alexandra David-Néel o Lady Charlotte Canning, entre otras. Le siguieron otros títulos como Cautiva de Arabia sobre la espía vasco-francesa Marga d’Andurain, Las reinas de África, Las damas de Oriente y, recientemente, Divas rebeldes.