A Carmen Conesa cabría, ante todo, definir como una mujer de gran inquietud intelectual, decidida y espíritu aventurero, que la ha llevado a explorar sus diferentes capacidades creativas, y así poder descubrirse a si misma y a los demás como mujer polifacética que es. Pues igual que ejerce como actriz, también canta, baila, escribe, enseña interpretación e incluso se ha atrevido a dirigir sus propios cortos o crear su propia compañía de teatro. Y, si esto no fuera poco, también da cursos de coach a directivos de grandes empresas, es patrón de barco y saca tiempo para seguir estudiando idiomas, como alemán, y filosofía.
Aunque se la conoce sobre todo como actriz. Ella es pintora, tanto por afición como por formación, al haber estudiado Bellas Artes. Una faceta que mantuvo semioculta durante bastantes años hasta que un día decide sacar a la luz a través de una serie de exposiciones con las que mostrar muchos de los retratos y pinturas figurativas había realizado desde que era muy joven.
Aparte, ha tenido una predilección desde que era una niña por el baile y el canto, razón suficiente para que estudiase danza y canto lírico. Pero si cabría añadir otra faceta insospechada a su aventura artística, esa fue la de ventrílocua. Cuando con apenas once años y provista de un muñeco tan alto como ella al que prestaba su voz la llevó a realizar gracias a un programa de radio una gira por toda Cataluña. Sin embargo, pronto se vio obligada a abandonar por decisión de su madre.
En el mundo de la interpretación se inicia profesionalmente por casualidad, ya que no figuraba en sus planes iniciales. Hasta que un día la compañía de José María Rodero acude a Barcelona en busca de bailarines, cantantes y actores para la obra La historia de un caballo. Se presenta al casting, pensando que la escogerían como bailarina o cantante, y sin embargo, para su sorpresa tras hacerla hablar la eligen para ser actriz. Y desde entonces ha sido un no parar.
Carmen Conesa durante una representación de la obra Münchhausen, 2011.
Fue precisamente en el teatro y de manera significativa en los musicales donde mejor se ha sentido y mayores satisfacciones le ha proporcionado. Desde Historia de un caballo de José María Rodero, pasando por El abanico de Lady Windermere, Pelo de tormenta, Mariana Pineda, Chicago, Las últimas lunas, Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré, Münchhausen o uno de sus más recientes trabajos ¡Qué desastre de función! son algunas de las obras más significativas en las que ha participado.
Carmen Conesa en una escena de la película La noche más larga, 1991.
En el cine no se prodigó tanto como hubiese deseado, aún así pudo participar en unas cuantas películas. Desde su debut en la película A la pálida luz de la luna 1985 de José María Sinde, pasando por El caballero del dragón 1985 de Fernando Colomo, en La noche más larga 1991 de José Luis García Sánchez, junto a Juan Echanove y Juan Diego, inspirada en una crónica sobre los últimos fusilamientos del franquismo. Su siguiente trabajo fue Cómo ser una mujer y no morir en el intento 1991, adaptación de la obra de Carmen Rico Godoy, dirigida por Ana Belén y protagonizada por Carmen Maura. En 1992 intervino en la película Makinavaja, el último choriso junto a Andrés Pajares. En 1993 trabajó en Cianuro, ¿solo o con leche?, una comedia dirigida por José Ganga y protagonizada por Maribel Verdú.
Programa de entrevistas Roba neta, roba bruta, 1986.
Su primera aparición en televisión se produce en 1986 de la mano de Josep Sandoval en Roba neta, roba bruta, un programa de entrevistas de TVE en Cataluña ambientado en un domicilio particular ficticio.
Carmen Conesa durante un sketch del programa Tariro Tariro, 1989.
Pero, fue gracias a su participación como actriz cómica en los sketchs protagonizados por La Trinca para el programa Tariro Tariro de TVE donde da comienzo su popularidad.
Carmen Conesa y Diana Peñalver en Chicas de hoy en día, 1991.
Hasta que en 1991 protagoniza junto a Diana Peñalver Chicas de hoy en día. Una serie a modo de comedia que contaba la vida de dos veinteañeras con caracteres completamente distintos que llegan a Madrid persiguiendo el sueño de ser actrices, y no les queda más remedio que hacerse amigas para poder sobrevivir. De un lado estaba Nuria (Carmen Conesa) procedente de Barcelona más fría y calculadora, y de otro, Charo (Diana Peñalver) mucho más espontánea. En realidad la serie reflejó a lo largo de sus veintiséis capítulos la historia de amistad de dos actrices primerizas que asemejaba la autobiografía de sus propias protagonistas.
Cabecera de la serie Chicas de hoy en día.
Fue también la primera incursión en televisión de Fernando Colomo, un director de cine que por entonces era el máximo exponente de lo que se conoció como la “nueva comedia madrileña”, que consistía en realizar películas protagonizadas por jóvenes que vivían en una gran ciudad, con un tono muy desenfadado y fresco, y entre las que destacaron ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? o Bajarse al moro. Fernando Colomo trasladó ese estilo de cine a la televisión en series como Chicas de hoy en día, junto a guionistas como Joaquín Oristrell, nos mostraron la imagen de una mujer alejada de estereotipos pasados, mucho más moderna, joven, urbana e independiente de los hombres. Lo que provocó un antes y un después en la ficción televisiva en España, hasta la fecha dominada por series dramáticas o basadas en grandes obras de la literatura.
Carmen Conesa como presentadora del programa Inocente, Inocente, 1992-1993.
Tras el gran éxito cosechado por Carmen Conesa en la serie Chicas de hoy en día, y de cuya interpretación le valió el premio a la mejor actriz revelación de la Unión de Actores en 1991. Hizo que se prodigase con mayor frecuencia sobre los escenarios así como participase en diferentes programas y series de televisión. Como la presentación del programa cómico Betes i Films que realizó para la televisión catalana de la mano de sus antiguos compañeros de La Trinca y la que fue su productora Gestmusic, pasando por el programa de cámara oculta Inocente, Inocente, presentó junto a Juanma López Iturriaga para las televisiones autonómicas. Además de la serie ¡Ay, señor, señor! de Antena 3 protagonizada por Andrés Pajares, y donde Carmen Conesa hizo el papel de Elisa, una joven y marchosa asistenta. También participó en la comedia protagonizada por Loles León Para qué sirve un marido, emitida en 1997 por La 2 de TVE, y en la que Conesa interpretó a Sonsoles la hermana de Teresa (Loles León) en la serie.
Carmen Conesa en el personaje de Alicia Santibáñez de la serie La Señora.
Fue, sin embargo, en la serie La Señora de TVE donde advertimos la gran versatilidad de Carmen Conesa, tras tenernos acostumbrado durante años y sobre todo en televisión con sus personajes de marcado carácter cómico. Aquí, sin embargo, nos sorprendió en una papel mucho más dramático, como fue el de Alicia Santibáñez, la dueña de un burdel cuyo personaje vino caracterizado por su continua lucha y gran fortaleza por la cual va adquiriendo un mayor protagonismo a medida que se desarrollaba la serie hasta desvelarnos uno de los grandes secretos de La Señora, como fue la verdadera personalidad de el Marqués Gonzalo (Roberto Enríquez). Y por el que consiguió conquistar el cariño del público así como todo un reconocimiento a su magnífica interpretación con el premio de mejor actriz secundaria de televisión de la Unión de Actores que recibió en 2009.
Carmen Conesa en el personaje de Doña Pía Calatrava del serial Amar es para siempre.
Desde 2013 forma parte del reparto del serial Amar es para siempre de Antena 3 en el que hace el papel de Doña Pía Calatrava, la esposa de Arturo Olazábal (Josep Linuesa), un abogado de prestigio aparte de marido infiel.
Carmen Conesa y su Big Band.
Carmen Conesa es una mujer que ha sabido trasmitir a través de su amplia sonrisa ese optimismo y vitalidad necesario con el que afrontar mejor lo que de otra forma resultaría seguramente imposible llevar a cabo. Como el hecho de conformar su propia Big Band, una formación de ocho músicos con los que ha versionado a ritmo de jazz y swing algunas de las canciones emblemáticas de la cinematografía española. Un intento por emular a su admirado Frank Sinatra, del que ha tomado como lección de vida una de sus grandes temas como es The best is yet to come (Lo mejor todavía está por llegar).