Joaquín Soler Serrano ha sido uno de los pocos que mejor ha conocido el oficio de periodista, gran comunicador con una extraordinaria capacidad para la improvisación y sobre todo excelente entrevistador.
Maestro de periodistas y una de las voces más reconocidas e importantes de la radio española durante las décadas de los 50, 60 y 70. Medio en el que se inició a través de RNE llegando a ser redactor jefe, para después pasar por Radio España de Barcelona en la que realizó con éxito innumerables programas, hasta llegar a Radio Barcelona. En esta última llevó a cabo un extraordinario maratón radiofónico, con motivo de las inundaciones sufridas en la comarca del Vallés en 1962, que causaron decenas de muertes, coordinando todo una campaña de ayuda a los damnificados. Lo cual le valió como premio un ondas especial.
Tras una estancia de cuatro años en la televisión de Venezuela, a su vuelta a España retomó su andadura radiofónica a la vez que empezó a hacer televisión aprovechando la experiencia había adquirido allende los mares. Se inicia en TVE con el programa Carrusel 1960, al que siguieron otros espacios como No me diga usted sí, no me diga usted no 1961-63, Juego de letras 1972-73, Siete días 1978, Perfiles 1979, entre otros.
Pero uno de los trabajos por el que consiguió un gran reconocimiento fue el programa A fondo 1976-1981. Probablemente el mejor programa de entrevistas realizadas en la historia de la televisión en nuestro país, tanto por la categoría de los entrevistados como por la forma de realizar las mismas. Joaquín Soler Serrano logró que respondieran ante él, a lo largo de los más de cuatro años duró el programa, yendo del blanco y negro al color, algunas de las personalidades más ilustres y significativas del momento. Entre los que se citaron están escritores españoles como Camilo José Cela, Antonio Gala, Joseph Pla, Rafel Alberti, Antonio Buero Vallejo, Carmen Martín Gaite e hispanoamericanos como, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Octavio Paz, Julio Cortázar, Vargas LLosa, Juan Carlos Onetti, Manuel Puig y José Donoso. También, contó con la presencia de personalidades de la talla de Salvador Dalí, Regino Sainz de la Maza, Pablo Serrano, Elia Kazan, Bernardo Bertolucci, Ennio Morricone, Marcello Mastroianni, e incluso logró le concediese una entrevista el propio Richard Nixon. La lista sería interminable.
Lo que permitió dejar toda una serie de documentos excepcionales que afortunadamente han llegado a nuestros días y que conforman una obra de consulta obligada. Aparte del magnífico material audiovisual, todas aquellas entrevistas realizadas con la genial maestría de Joaquín Soler Serrano se recogieron en sendos libros Escritores a fondo 1986 y Personajes a fondo 1987.
Algunas de las entrevistas realizadas por Joaquín Soler Serrano para el programa A Fondo.
Primera parte de la entrevista a Salvador Dalí, 1977.
Parte de la entrevista a Julio Cortázar, 1977.
Primera parte de la entrevista a Jorge Luis Borges, 1980, y que se corresponde con la segunda entrevista concedió a Joaquín Soler Serrano para el programa A Fondo (en su etapa en color), siendo la primera de 1976.
Joaquín Soler Serrano consiguió que el género de la entrevista en televisión alcanzase su máxima categoría. Logrando mostrar la esencia de lo que debe ser una buena entrevista. Sentado frente a cada entrevistado, sirviéndose únicamente de un guión que apenas utilizaba y cuyo escenario no iba más allá de un cortinón como fondo, dos sillones, un cenicero y un atril en el que se asentaban los libros más importantes y en ocasiones algún que otro elemento personal significativo del entrevistado, propiciando así la no distracción y el ambiente más idóneo para la conversación relajada. Si a eso añadimos que a lo largo de una hora Soler Serrano se limitaba, tras una breve presentación, a preguntar de forma cordial, sin inquietar y, sobre todo, sabiendo escuchar a sus entrevistados, los verdaderos protagonistas, logrando recayese sobre ellos toda la atención, a su vez, consiguiendo a medida que iba avanzando la conversación el entrevistador fuese desapareciendo, de tal forma que el tiempo era el que marcaba la pauta en su desarrollo y en el descubrimiento y conocimiento por parte del telespectador de la tremenda personalidad de los entrevistados a través de la palabra y los silencios se iban intercalando en su discurrir.
Ya en los 90, Joaquín Soler Serrano pasó a un segundo plano. La profesión ya no era lo mismo, su degeneración no había hecho más que comenzar. Los últimos veinticinco años de su vida los pasó retirado completamente. Hasta dejarnos este pasado martes a la edad de noventa y un años a causa de la enfermedad de Alzheimer venía padeciendo desde hace años. Resulta paradójico que la enfermedad borrase de su memoria las vivencias de entre las cuales se encontraban sus entrevistas ha realizado para televisión, para en cambio todos los demás si podamos, no sólo rememorar sino, en muchos, descubrir, a pesar de que una gran mayoría no esté dispuesta y prefiera mantenerse en su "alzheimer".