domingo, 23 de septiembre de 2012

Kim Manning, la carismática secretaria de 'Un, dos, tres...responda otra vez'.


Durante los 80 pudimos asistir y disfrutar de la televisión más imaginativa, espectacular y entrañable se recuerda. Un ejemplo claro de aquella época fue el mítico Un, dos, tres...responda otra vez que por aquel entonces era presentado por Mayra Gómez Kemp. Pero hoy no voy hablar de Mayra, que en su día ya dediqué uno de mis Inolvidables, sino de la que fue "ojito" derecho tanto de Mayra como de Chico (considerada como si fuese una hija), y seguramente una de las azafatas más carismáticas ha pasado por el Un, dos, tres... a lo largo de su historia, consiguiendo ganarse el respeto y cariño del público. Me refiero a la Inolvidable, Kim Manning.
 

De origen californiano, su verdadero nombre es Kimberley Fiona Manning, aunque en España la conocimos como Kim Manning. Su primera aparición en el Un, dos, tres... tuvo lugar el 20 de mayo de 1983, en el programa dedicado Al debut de las secretarias. Fue con su presentación, y aquel peculiar acento americano que tanto la caracterizó, cuando pudimos advertir que asistiríamos a algo novedoso e increíble y no visto hasta el momento en lo que se refiere a la actuación de las azafatas en el concurso. No nos defraudaron, como así prometió Silvia Marsó en nombre de sus compañeras en su presentación a los telespectadores. Y Kim no iba ser menos, y bien que lo demostró.

Por primera vez Kim Manning en el Un, dos, tres... en el programa dedicado 'Al debut de las secretarias' y con el que daba comienzo una nueva etapa del concurso (20-5-1983).

Su debut coincidió con la segunda parte de la tercera etapa del concurso, que trajo consigo toda una serie de cambios propiciados por Chicho, con el fin de dotar al programa de mayor espectáculo. Para ello, comenzó por cambiar a la mascota Ruperta por la bota Botilde, continuó con la incoporación de nuevas azafatas, que fueron seleccionadas tras pasar unos duros castings supervisados por el propio Chico. Lo que buscó eran chicas que supiesen cantar y bailar para protagonizar los diferentes números musicales se crearon para la subasta, dejando de ser sólo meras ayudantas del presentador. Toda una revolución que permitió se les dotase de un mayor protagonismo en reconocimiento a su labor en el programa pasando a denominarse como secretarias. Entre las debutantes estaban, además de Kim Manning, Silvia Marsó (que hizo de contable), Gloria Fernández, Ivanka Marfil, Pat Ondiviela y Maite de Castro. Algunas de ellas contaban con cierta preparación, es el caso de la propia Kim Manning o Gloria Fernández que entraron como bailarinas profesionales. Lo que permitió que pudiésemos disfrutar de una de las mejores selecciones de azafatas tuvo el Un, dos, tres..., y que Chicho trató de mantener los mismos patrones en sucesivas incorporaciones.
 
Kim Manning junto a su compañera Gloria Fernández.

Kim desde el primer día que entró en el Un, dos, tres..., ya se hizo notar claramente sobre el resto de las compañeras, y no porque fuese la más bella, sino mas bien, ayudado por un buen físico, por sus extraordinarias cualidades tanto para el baile como por su fuerza interpretativa y entrega en cada uno de los números musicales, demostrando ganas, talento, carácter, expresividad y sobre todo seguridad sobre el escenario. 

Kim Manning junto a su mentor Chicho Ibáñez Serrador.

Kim se convirtió muy pronto en un valor seguro para el programa y del cual Chicho enseguida se percató. Una muestra clara, fue el hecho de que la mayoría de los números musicales en que actuaban en grupo las secretarias los comenzaba ella, adquiriendo un protagonismo sobre el resto, a parte de los números musicales realizó en solitario, que en más de una ocasión nos ha dejado boquiabiertos.

Kim Manning en uno de sus mejores números musicales interpretando todo un clásico como es New York, New York dentro del programa dedicado a Nueva York (30-9-1983).


También, fue todo un ejemplo para el resto de compañeras. No en vano, fue la azafata que más tiempo ha estado en el concurso. En total llegó a realizar 131 programas durante cinco años (correspondientes con la tercera, cuarta, quinta y sexta etapa del concurso). Su última intervención como secretaria fue en el último programa de la sexta etapa, el 4 de enero de 1988. De Kim es justo decir que ha pasado a ser una de las más productivas de entre todas las que pasaron por el Un, dos, tres..., no sólo en los números musicales, sino también ayudando a la presentadora. Fue habitual verla recibir a Mayra Gómez Kemp al pie de la escalera al principio de cada emisión, presentando a los concursantes, a los sufridores, llevando las tarjetas de preguntas, ayudando en el juego de consolación de la eliminatoria, llevando regalos a la mesa, e incluso, fue contable en la sexta etapa sustituyendo a Silvia Marsó.

Kim Manning se despide en el último programa de la sexta temporada (4-1-1988).

A destacar, por lo que tuvo de emotiva, la despedida de Kim del Un, dos, tres... en el último programa de la sexta temporada. Siendo la elegida  para despedirse de todos los espectadores en nombre de sus compañeras, llegando a decir: que no sabía si el Un, dos, tres... volvería o no, pero lo que era seguro es que ella ya no volvería a estar en él.

Kim Manning en su último número musical en el Un, dos, tres junto a Nina e Isabel Serrano cerrando de esta forma la sexta etapa del concurso con el tema "There is no bussiness like showbussiness" (4-1-1988).

Tras su despedida del Un, dos, tres... regresa a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde continuó sus estudios de Arte Dramático, canto e interpretación, e intentó abrirse paso en el mundo del musical participando en alguna obra de teatro. Al regresar a las pantallas el Un, dos, tres... en 1991 y sin Kim Manning entre las secretarias, su ausencia fue muy sentida por el público, y así se lo hizo saber a su regreso, aunque fue para un sóla vez, con motivo 20 aniversario del Un, dos, tres... se celebró en 1992, siendo recibida con una calurosa ovación por parte del público, lo cual llenó de emoción a Kim, soltándosele algunas lágrimas mientras el público allí presente no dejaba de aplaudir.


De sus trabajos posteriores al Un, dos, tres... podemos destacar su participación en los programas El show de la una (1992-93), Pasen y vean y La Revista de TVE. Luego fue actriz de series como Farmacia de Guardia, pero fue en la serie Manos a la obra (1998-2001) en la que interpretaba a Tania, una fontanera polaca, en la que permaneció más tiempo, posteriormente participó en la serie London Street 2002, aunque con menos éxito. Además realizó algunos breves papeles en películas como Spanish fly una coproducción hispano-británico-francesa, Punto de mira 2000 o el telefilm de la Disney Cheetah Girls2 2006, entre otras. En los últimos años ha estado vinculada a la hostelería regentando en Madrid el restaurante Cornucopia, junto a dos socios más, cuya especialidad es la cocina creativa de fusiones e internacional, siendo habitual encontrar a Kim atendiendo a la clientela. De sus últimas apariciones televisivas, destacar su participación como concursante en el efímero concurso de patinaje sobre hielo Desafío bajo cero de Telecinco, pues en su tiempo fue patinadora profesional sobre hielo, y en el programa de TVE Los mejores años de nuestra vida, en homenaje a los 80.


Algunas de las imágenes corresponden a: http://undostresweb.webuda.com/


sábado, 1 de septiembre de 2012

Charo López, una actriz de belleza rotunda.



Charo López convertida en mito sexual para varias generaciones de españoles, se ganó el calificativo de la Ava Gardner española, por los marcados rasgos de su belleza, mirada felina, profunda e intensa, voz grave y desgarradora, risa entre pícara y misteriosa, y por el carácter indomable y apasionado mostró a través de sus interpretaciones. De lo cual ella siempre ha dicho no reconocerse, siendo lo contrario, una mujer sensible, sencilla, honesta y progresista. Esto no fue óbice para que muchos hombres la temieran.
 

A Charo López no se le haría justicia si no se la reconociera por el personaje de Clara Aldán interpretó allá por la década de los 80 en aquella memorable serie de TVE Los gozos y las sombras. Y aunque más tarde o temprano tuviese que salir esa pasión, fuerza, exuberancia y temperamento supo reflejar en gran parte de los personajes dio vida como actriz. El personaje de Clara Aldán supuso un punto de inflexión importante en su carrera. Sorprendida por el éxito y reconocimiento, vino a significar sobre todo su crecimiento profesional, consiguiendo una mayor confianza en si misma, dejando de lado sus miedos y el temor a tener que decir que no. Ese momento, a partir del cual le permitiría el poder elegir y medir cada paso y camino a seguir en su carrera profesional. Y sobre todo conseguir ser una 'actriz de teatro' como gusta la califiquen, su gran pasión, ya que le permite ser ella misma. Tanto la condicionó que a este se sumaron cuatro o cinco papeles similares marcados por interpretaciones de mujeres alocadas y desequilibradas que tanto éxito le han dado.


Se reconoce en su infancia y juventud como una niña graciosa, extrovertida y sensible que siempre quiso ser actriz. Estudió Filosofía y Letras en su Salamanca natal, el gusto por el teatro le vino en sus años de estudiante, en la década de los 70 enrolándose en el prestigioso Teatro Español Universitario. Desde entonces ha realizado unas setenta películas, docenas de obras teatrales e inolvidables series de televisión. Reconocida admiradora de la actriz noruega Liv Ullman, así como, del actor italiano Marcello Mastroianni. Ha trabajado a las órdenes de los mejores directores españoles y ha protagonizado películas tan relevantes como La colmena, por la que consiguió el Oso de Plata a la mejor actriz en el Festival de Berlín en 1983, Tiempo de silencio, Secretos del corazón por la que recibió un Goya en 1996. A pesar de los obstáculos que muchas actrices encuentran para sus carreras a partir de los cincuenta. Sin embargo, a ella le permitió su personaje de mujer madura interpretó en Secretos del corazón se revalorizase e impulsase más su trabajo. Destacan también sus papeles breves en Plenilunio, de Imanol Uribe en Tiempos de Azúcar de Juan Luis Iborra, y sus interpretaciones en Nudos o La Soledad era esto. Ahora bien, dicho esto, la verdadera pasión artística de Charo López se llama teatro. Según la propia Charo: Decir teatro es tanto como decir vida. Dentro de su amplia carrera teatral merece la pena señalar dos obras recientes y de gran éxito, Tengamos el sexo en paz, divertido y lúcido monólogo de una mujer madura y El otro lado, producida por la propia actriz, alberga una metáfora sobre un mundo ridículo y absurdo donde los conflictos son constantes.

Charo López en el personaje de Clara Aldán de la serie de TVE Los gozos y las sombras.

Centrándome en lo que a la televisión se refiere, y después de haber participado en series como Los camioneros de Mario Camus, El pícaro de Fernando Fernán Gómez y en Fortunata y Jacinta, también de Mario Camus. Llega su gran reconocimiento y éxito por el personaje de Clara Aldán de la serie Los gozos y las sombras basada en la trilogía del mismo nombre de Gonzalo Torrente Ballester, provocando un éxito arrollador de la novela en cuanto a fenómeno editorial veinticinco años más tarde de su publicación, coincidiendo con el estreno de la serie en 1982.

Dirigida por Rafael Moreno Alba y producida por Jesús de Navascués, contó con un presupuesto de ciento sesenta y cinco millones de pesetas. TVE aceptó que finalmente fueran trece capítulos de una hora, en lugar de los diez contratados inicialmente. El rodaje transcurrió en su mayor parte en la provincia de Pontevedra y en Madrid, en un palacete cercano a la calle Alcalá. Contando con gran nivel de dirección, realización, puesta en escena, reflejando maravillosamente el paisaje y paisanaje gallego de la época, junto a unos diálogos y desarrollo de los personajes extraordinarios. Entre su reparto contó con nombres de gran nivel interpretativo como Eusebio Poncela en el personaje de Carlos Deza; Carlos Larrañaga, en el de Cayetano Salgado; Amparo Rivelles, en el de Doña Mariana; Santiago Ramos, en el de Juan Aldán; junto a otros actores de la talla de Rafael Alonso; Rosalía Dans; Manuel Galiana, así como la propia Charo López, en el papel de Clara Aldán. Sin olvidar los numerosos secundarios que en nada desmerecían a sus principales protagonistas.

Los gozos y las sombras es un drama rural que tiene lugar en Pueblanueva del Conde, un pueblo gallego imaginado por Torrente Ballester, entre 1934 y 1936, con la II República de fondo, convirtiendo al espectador en testigo de las tensiones entre caciques y trabajadores, las luchas sociales y sindicales, la violencia y las pasiones que dan cuerpo a la serie.

Respecto al personaje de Charo López, Clara Aldán, se caracteriza por ser una mujer luchadora, responsabilizándose del sostenimiento de una familia con una madre alcohólica, un hermano sindicalista que no acepta las condiciones del cacique, y una hermana espiritual. Sueña salir de esa vida junto a un hombre que la ame, pero no busca ser una más, sino el amor verdadero y mantener su dignidad. Dos son la que la pretenden, Eusebio Poncela y Cayetano Salgado. Junto a la fuerza, entrega y pasión imprimió Charo López al personaje merece destacar que es la primera vez se permitió llevar a la pequeña pantalla escenas eróticas, como la de una masturbación protagonizada por la propia actriz.