martes, 26 de julio de 2011

¿Quién es el jefe?


Todo parecía indicar que estábamos ante una buena Ley de la Radio Televisión pública, cuando desde enero de 2007 dio sus primeros pasos trayendo consigo importantes novedades, como fue la nueva figura del presidente de la Corporación elegido por primera vez en la historia de RTVE por el Parlamento, la creación de ciertos organismos como el consejo asesor y el consejo de informativos que venían a reforzar y amparar mejor la labor profesional de los trabajadores de RTVE de cara a velar por la neutralidad e independencia informativa. Así como, a partir de enero de 2010, la nueva Ley de financiación de la Radio Televisión pública que conllevaría un cambio importante en el modelo de financiación al suprimir la publicidad como principal fuente de recursos económicos, redundando en beneficio del telespectador al poder ver una programación sin pausas publicitarias.


Todavía no se han cumplido cinco años del nuevo modelo de RTVE, y ya podemos advertir ciertas carencias y posible ineficacia de las principales normas por las que se rige la Corporación, ante las vicisitudes e inconvenientes se están produciendo tanto dentro como desde fuera de RTVE. Por un lado, la actual Ley de financiación de RTVE, con apenas dos años de vigencia, no ha hecho más que generar incertidumbre financiera a la Corporación, pues además de ciertos incumplimientos y retrasos en los pagos por los sujetos obligados, ya sea televisiones comerciales y operadoras de telecomunicaciones, está todavía pendiente de resolución el conflicto planteado por estas últimas ante las instancias comunitarias sobre la tasa del 0,9% de sus ingresos deben destinar a financiar RTVE. A lo que hay que sumar la disminución en los ingresos debido especialmente a la previsión errónea hecha por Industria en relación a lo que estimaba ingresaría el Estado por la tasa del espacio radioeléctrico del cual un 80% va para RTVE, y que viene originando un déficit a RTVE que tendrá que asumir el Estado.

Miembros del actual consejo de administración de RTVE junto al ex presidente de RTVE, Alberto Oliart.

Si no teníamos suficiente, el 6 de julio del presente mes el hasta el momento último presidente de la corporación RTVE, Alberto Oliart, presentaba su dimisión irrevocable. Un puesto que queda vacante a la espera de designación de nuevo presidente por mayoría de 2/3 del Congreso, como exige la actual Ley de la Radio Televisión pública. Pero, todo apunta a que no habrá acuerdo entre PP y PSOE hasta que se celebren elecciones generales. Esto ha llevado a que el consejo de administración de RTVE haya optado, como medida provisional, por una presidencia rotatoria mensual, en base a un sorteo realizado entre los once consejeros cuenta la corporación RTVE, con poder únicamente para convocar y presidir el consejo. Una solución excepcional que adopta el consejo después de recibir el correspondiente informe de la Abogacía del Estado, que si bien contempla la posibilidad de designar un presidente ejecutivo a falta de acuerdo político en vía parlamentaria, pero para ello sería necesario se modificasen los Estatutos sociales de RTVE. Algunos consejeros interpretaron que esa modificación abría la posibilidad de que en un futuro el máximo cargo de la Corporación se pudiera cambiar con los votos de una mayoría simple de los consejeros, desechando dicha posibilidad.

De izquierda a derecha, Jaime Gaiteiro, Santiago González y Fran Llorente.

Un consejo de administración que pasará a tener el poder ejecutivo y que será ejercido de forma asamblearia, con los inconvenientes va suponer tratar de alcanzar acuerdos, ya no digo fijar las líneas de actuación de la Corporación de cara los próximos años y sobre todo a la hora de afrontar en las mejores condiciones la próxima temporada televisiva, sabiendo que posiblemente no haya adelanto electoral, por tanto no asegurado un nuevo presidente hasta la primavera del 2012. Ante esta situación de previsible y más que probable desgobierno en RTVE, era lo último que podría sucederle en esa crisis constante a la que parece abocada RTVE, y a la que la clase política con o sin intencionalidad no es capaz de dar solución. Situación de provisionalidad en RTVE, cuya presidencia interina será de mero trámite y sin gran relevancia, con lo cual el peso de la Corporación recaerá básicamente en los puestos de director general de la Corporación, que obstenta Jaime Gaiteiro, en el del director de TVE, Santiago González, sin olvidar que el director de informativos de TVE, Fran Llorente seguirá siendo la cabeza de turco del PP a la hora de dirigir sus críticas hacia TVE, que en eso sí muestran preocupación e interés los políticos, salir bien en el Telediario.


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