Mayoritariamente son hombres los periodistas que cabría citar cuando hablamos de la heroicidad en el periodismo, como si resultara que el hombre fuese el único capaz de arriesgar su vida para que los demás veamos cumplido un derecho básico como es el derecho a la información. Pero, si es una mujer en vez de un hombre la periodista heroica, y a eso añadimos un compromiso fiel con los más desfavorecidos, no cabe más que mencionar un nombre, Carmen Sarmiento. En su afán viajero por descubrir y contar historias humanas y teniendo siempre presente su lucha pro del colectivo femenino así como extraordinaria solidaridad, contribuyeron a mitigar el sacrificio que en ocasiones lleva consigo el trabajo periodístico. Una labor que vio reconocida con varios premios a lo largo de su carrera como el Premio Nacional de Periodismo por su trabajo en la serie Los marginados, El Premio Nacional de Derechos Humanos en 1984 por el conjunto de su obra televisiva, o el TP de Oro en 2001 por toda su trayectoria profesional entre otros.
Carmen Sarmiento ingresa en TVE en 1968, y lo hace rompiendo los esquemas imperaban por aquel entonces al conseguir un puesto como reportera de internacional en un gueto hasta el momento reservado en exclusiva al hombre como era el área de internacional de los servicios informativos de TVE. Hazaña que compartió junto a Elena Martí, otra de las pioneras que lograron no sin esfuerzo abrirse camino en el reporterismo internacional. Una posición que la llevaría a recorrer alrededor de setenta países, en su mayoría en conflicto, donde pronto se percataría de las grandes injusticias se venían cometiendo con los más desfavorecidos, especialmente niños, ancianos y mujeres, y no dudó en dar voz a los sin voz y mostrar una realidad que permanecía oculta al Primer Mundo y olvidada por los grandes medios de comunicación.
Un periodismo de denuncia y combativo que marcó toda su trayectoria profesional durante los treinta y cinco años estuvo en TVE. Tanto desde sus inicios como reportera de internacional que enseguida se ganaría el calificativo de corresponsal de guerra al cubrir una serie de conflictos como El Salvador, Nicaragua, Líbano o los golpes de Estado de Etiopía, Portugal, Argentina, Ghana, entre otros, pasando por su trabajo como documentalista en series como Los marginados, Mujeres de América Latina o Los excluidos.
Carmen Sarmiento en los campos de refugiados del Sahara.
En su labor como corresponsal de guerra para programas como Informe Semanal, Primera Página, Objetivo, o enviada especial para el Telediario, tuvo que hacer frente a una serie de dificultades, desde enfermedades tropicales a complicaciones en sus desplazamientos y coberturas.
Carmen Sarmiento durante la cobertura del conflicto nicaraguense 1982 portando pistola en mano en una de sus entradillas a cámara.
También estuvo a punto de ver peligrar su vida en varias ocasiones, en una de ellas fue víctima de una emboscada en Nicaragua con muertos por medio, hasta incluso llegó a ser secuestrada por el ejército colombiano cuando realizó una visita a ‘Tiro Fijo’ jefe de las FARC para una entrevista.
Carmen Sarmiento recoge en varios libros sus vivencias personales durante sus trabajos como corresponsal de guerra y documentalista de TVE.
Después de nueve años poniendo un alto precio por su vida como corresponsal de guerra decide abandonar al llegar a un punto de no poder soportar las atrocidades pudo presenciar y dar cuenta. Y lejos de optar por cierto travestismo periodístico o privilegiado decidió encaminar su labor hacia el documentalismo y así poder recuperar aquellos que había dejado en el camino durante su etapa de corresponsal y que la premura de los informativos no le permitió detenerse en ellos y sus historias como le gustaría. Es como surge una de sus series documentales de mayor éxito Los Marginados 1982 que permaneció en antena hasta 1991 aparte de cosechar numerosos premios y prestigio. La serie mostraba las difíciles condiciones de vida de los más desfavorecidos del Planeta.
En 1994, abordó la problemática femenina en el tercer mundo con Mujeres de América Latina, sirva como ejemplo de entre las estremecedora historias nos eran relatadas en la serie aquella que después del último terremoto de México que ocasionó centenares de muertos y desaparecidos al destruirse unas fábricas donde trabajaban principalmente mujeres, sus propietarios pidieron recuperar primero las cajas fuertes a los cuerpos de aquellas mujeres atrapadas entre los escombros. Una serie que provocó suspicacias en de la dirección de TVE a la hora de su emisión, acordando su secuestro durante año y medio por motivos políticos y una vez emitida se produjo una falta de reconocimiento total hacia Carmen Sarmiento relegándola a hacer pasillo en TVE durante siete años.
Hasta su reaparición en el año 2000 con una nueva serie Los Excluidos, similar a las anteriores dio voz y nos recordó de nuevo a los olvidados del Planeta, niños que trabajan de sol a sol por un puñado de comida, mujeres obligadas a ejercer la prostitución, indígenas pobres entre los pobres por la injusta distribución de la riqueza, y que vino a cerrar su etapa como profesional vinculada a TVE durante treinta y cinco años. Ya jubilada sigue activa en su continua batalla social y feminista dando conferencias, viajando y haciendo reportajes para ONG. Un especial compromiso pro de la mujer que no sólo encontró reflejo en sus trabajos para televisión sino también como destacada militante feminista que la llevó en 1972 a participar en la creación del Colectivo Feminista de Madrid y posteriormente del Partido Feminista.
Carmen Sarmiento no sólo pasará a la historia del periodismo por ser una de las pioneras en conseguir importantes conquistas para la profesión, en especial para el colectivo femenino. Ha sido ante todo una luchadora que creyó y cree en la revolución de la palabra, advirtió al Primer Mundo sobre las injusticias sociales se cometen en el Tercer Mundo, para ello dio voz y nos contó la realidad social de los olvidados. Tuvo siempre claro que no hay objetivismo que valga ante las injusticias y sufrimiento de los más débiles sino honestidad y compromiso de cara a un periodismo más humano y solidario.
Una gran mujer. Una gran periodista. Para ella nuestro agradecimiento al mostrarnos las miserias de esta sociedad.
ResponderEliminarHoy te he escuchado en la cadena SER y me has hecho revivir aquellos extraordinarios reportajes.Gracias
ResponderEliminarmercedes
Aunque tiene pinta de llamarse Mercedes, se llama Carmen.
ResponderEliminarme encantaba esta mujer tan valiente y todo sus trabajos,todavia tengo muy en mente su voz y lo que me transmitia ojala hubieran muchas mas como tu con tu corazon generosidad y honestidad.Para mi todo un referente de mujer y ser humano siempre te querre Carmen
ResponderEliminarUn referente que ha sabido denunciar las injusticias humanas y poner voz
ResponderEliminara los que no tienen voz.Como dijo una vez ella: Se hubiera podido dedicar a
visitar paises y enseñar lo más bonito que hay, pero prefirió hacer periodismo
denuncia
Hoy la he visto en Updea. No me he atrevido a decirle nada porque soy malísima para los nombres y me ha dado apuro, pero admiro su trabajo y lo comprometida que ha estado siempre con él. Mujeres como usted son un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarUn saludo.
Gran periodista y mejor mujer luchadora
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