Resulta difícil alcanzar el nivel de glamour, belleza y elegancia natural desplegó Cybill Shepherd cuando interpretó a Maddie Hayes, en la que es considerada comedia detectivesca por excelencia de los 80 Luz de luna.
Cybill marcó con diferencia un estilo de mujer que hasta entonces no se había visto en las series de televisión. El de una mujer moderna, emancipada del hombre y de carácter rebelde pero muy femenina. Siempre la recordaré saliendo del ascensor y entrando en la oficina con su melena rubia ondulada, sus elegantes vestidos de seda, amplias carteras de mano y gafas de sol.
Cybill supo sacar el máximo partido a su personaje, en parte gracias a su pasado como modelo publicitaria, pero en esta ocasión no trató de vendernos las bondades de ningún producto, sino una imagen de mujer, la de Maddie Hayes. Convirtiéndose en todo un referente, consiguiendo trasladar esa imagen de mujer inteligente, con clase, emprendedora, independiente, responsable, intransigente a veces, temperamental pero en el fondo sentimental y romántica. En definitiva, una mujer de armas tomar. Toda una diva e icono femenino de los 80.
Bajo esa fortaleza y carácter mostraba, Maddie también escondía ciertas debilidades y la luz propia desprendía no sería lo mismo de no ser por el sustento importante a su personaje le prestó Bruce Willis (David Addison), su partenaire en la serie, representando a un hombre despreocupado, bromista, vividor, embaucador y de carácter chulesco pero de un atractivo muy primario, constituyendo el contrapunto a Maddie.
La guerra estaba más que servida con esta pareja explosiva, donde la tensión sexual de sus protagonistas fue una constante, constituyendo todo un círculo vicioso del cual les resultaba difícil salir, a pesar de que en el fondo se querían y necesitaban, aunque fuesen incapaces de reconocer uno al otro sus verdaderos deseos y sentimientos.
Aún así se demostró con el final de la serie que la lucha encarnizada mantuvo Maddie y David encerraba una hermosa historia de amor.
Ahora bien, la guerra particular que libraron estaba planteada en tono de humor y aderezado con un toque de misterio que propiciaban los casos a los que tenían que enfrentarse y resolver por medio de la agencia de detectives de Los Angeles Luna azul. Así fue como David propuso a Maddie se llamase, recordando su etapa de modelo en la que promocionaba un champú de éxito del mismo nombre.
Una agencia, a cuyo frente anteriormente estaba sólo el propio David, y la cual llevaba con más pena que gloria. Maddie tras dejar su etapa de modelo y haber pasado por una situación económica complicada decide tomar las riendas de la misma junto a David tras recibir una propuesta por parte de él.
A esto, añadir que junto a Maddie y David había otra pareja, constituyendo sus antagonistas. Por un lado, estaba la torpe y olvidadiza pero muy buena persona, Agnes Digesto (Allyce Beasley), que hacía de recepcionista, y de otro, el aprendiz de detective y mal influenciado por las artes de David, Herbert Viola (Curtis Armstrong). Los cuales protagonizaron también su idilio particular paralelo a la pareja principal.
A pesar de todo, Maddie y David intentaban a duras penas salir adelante por aquello de que el negocio iba a medias, a pesar del amor-odio se profesaban con aquellas discusiones verbales que finalizaban casi siempre con tremendos portazos.
A los enfrentamientos mantuvieron, se les atribuyó el gran éxito de audiencia llegó a tener la serie, al menos durante sus tres primeras temporadas, en los que aquellos fueron más notables. Desde el momento que la relación entre Maddie y David se fue dulcificando la audiencia fue cayendo, hasta que en 1989 y coincidiendo con su quinta temporada, la cadena ABC pone fin con el triunfo del amor entre sus protagonistas.
La ficción no se separaba mucho de la realidad. Al parecer los egos de Cybill y Bruce chocaban constantemente, convirtiéndose en algo habitual durante los rodajes, y los productores de la serie estaban hartos de sus discusiones ya que no hacían más que eternizar las grabaciones. Cybill tampoco estaba muy contenta por la evolución de su personaje, según ella cada vez la resultaba más promiscua e histérica. Cybill fue quedarse embarazada y a Bruce lloverle ofertas del mundo del cine para que Glenn Gordon diese por concluida la serie.
Cabecera de la serie Luz de luna (Moonlighting). El tema musical fue interpretado por el cantante de jazz Al Jarreau. Tuvo una enorme popularidad en su día engrosando la lista de éxitos musicales del momento.
Típica discusión entre Maddie y David.
Secuencia final, en la que se utiliza el recurso de la 'cuarta pared', algo habitual en la serie, donde sus protagonistas salían de escena para contar sus impresiones tanto a los telespectadores como a los productores o compañeros de rodaje.
Cybill Shepherd siendo una adolescente y todo un portento de belleza natural se inicia en el mundo de la moda llegando en poco tiempo ser portada de las más prestigiosas revistas (Vogue, People o Glamour) además de haber logrado alcanzar el título de mejor modelo del año en 1968.
La esposa del cineasta Peter Bogdanovich la descubrió en la revista Glamour, y la cual sugirió a su marido como candidata para su próxima película, La última sesión 1971, que tras pasar un casting, fue elegida para hacer el papel de Jacy Farrow, una rompecorazones y objeto de deseo de todos los chicos de un pequeño pueblo con un cine a punto de cerrar. Llegando a convertirse en toda una película de culto durante los 70. La relación de Cybill con Peter Bogdanovich fue más allá de lo profesional al enamorarse Cybill de él durante el rodaje de la película, y con el cual llegó a realizar unas cuantas películas más como Una señorita rebelde 1974 y Por fin un gran amor 1975, hasta que ponen fin a su relación sentimental. A partir de ese momento su declive profesional no hizo más que comenzar, quitando un papel secundario en la que es todo un clásico del cine Taxi Driver 1976, donde encarnaba a Betsy una conquista del taxista Travis Brickle que interpretó Robert De Niro. Su prometedora carrera se iba diluyendo entre una serie películas e interpretaciones con las que no tuvo demasiada fortuna ni reconocimiento.
Hasta que en los 80 decide buscar refugio en la televisión con la serie La rosa amarilla, mezcla de culebrón y western urbano, centrada en la vida de un grupo de criadores de caballos. No funcionó del todo bien manteniéndose una sola temporada en antena.
Fue con la serie Luz de luna donde consigue recuperar el tiempo perdido y el status de superestrella. Su embarazo provocó una aceleración en la serie y los continuos desencuentros entre ella, Bruce y los productores precipitó su final en 1989 después de cinco temporadas en antena.
Pero a diferencia de su compañero, Bruce Willis, para el cual la serie supuso su descubrimiento y lanzamiento como uno de los actores más influyentes del cine norteamericano durante buena parte de los 90. La carrera de Cybill por el contrario fue recalando en telefilms basados en hechos reales, encarnando a mujeres maltratadas o madre de hijos problemáticos.
Hasta que en 1995 crea una comedia hecha a su medida Cybill, sobre una actriz en declive, tras haber destacado años atrás. Esta producción funcionó bastante bien, permaneciendo en antena durante cuatro temporadas, hasta 1998. El gusto por hacer de si misma volvió a repetirse con la comedia cinematográfica La musa 1999.
Cybill junto al resto de compañeras de la serie The L Word.
En el 2000 debutó como presentadora en el programa Men are from Mars, Women are from Venus. En los últimos años ha continuado trabajando en televisión apareciendo como artista invitada en series y programas, así como, participado en algunos telefilmes. En 2007 ha colaborado en varios episodios de la serie The L word. Al margen de su carrera como actriz, ha tenido tiempo para desarrollar una discutible carrera como cantante jazzística y hasta la fecha ha grabado nueve discos.
Cybill Sepherd, llegó a cantar un par de clásicos temas swing para un episodio de la serie Luz de luna, y que estaba ambientado en la era de las grandes bandas de jazz de los 40.
Cybill en todo su esplendor.