domingo, 12 de agosto de 2012

Hasta siempre, Sancho Gracia.


Sancho Gracia falleció el 8 de agosto de 2012 a la edad de 75 años como consecuencia de un cáncer de pulmón. Se va así uno de los actores más reconocidos de la pequeña pantalla al haber interpretado a uno de nuestros mitos televisivos Curro Jiménez, con el que fue identificado toda su vida a pesar de contar con un amplio bagaje interpretativo. Por todo ello, y como homenaje, desde La Tele Encendida se le recordará por varios de los muchos personajes interpretó a lo largo de su carrera profesional.


Comenzaré por recordar la primera serie que Sancho Gracia protagonizó en televisión y con la que se inicia su popularidad. Se trata de una adaptación hizo TVE en 1971 del clásico de  Alexandre Dumas Los tres mosqueteros para el espacio Novela, en la que el propio Sancho encarnó al aguerrido D’Artagnan en compañía de sus tres amigos mosqueteros Athos (Víctor Valverde), Porthos (Joaquim Cardona) y Aramis (Ernesto Aura) y su amada Constante Bonacieux (Enriqueta Carballeira), y donde se narraban las hazañas y aventuras de estos intrépidos caballeros de la corte de Luis XIII de Francia. La serie corrió a cargo de Pedro Amalio, rodada en blanco y negro combinaba escenarios de estudio y exteriores con un resultado bastante convincente.


Otro de los momentos significativos en su carrera se produce en 1973, cuando protagoniza junto a Carlos Otero la serie Los Camioneros de Mario Camus, en el papel de Paco, un camionero un tanto golfo pero bonachón que en sus viajes con su camión por todo el país iba ayudando a todo aquel que lo necesitaba. La serie combinaba acción, humor con situaciones dramáticas, a su vez  era una muestra fiel de la sociedad española en las postrimerías del franquismo. Con este personaje logró conquistar a un público entregado a su talento y carisma interpretativo que ayudado por un físico atractivo, pasó a ser un habitual de las producciones de aventuras y uno de los actores televisivos más solicitados.


Cabe señalar también su participación en una versión del clásico Doce hombres sin piedad de Reginald Rose que Gustavo Pérez Puig  realizó para TVE en 1973. Una de las obras más recordadas y significativas del legendario Estudio 1 por el gran elenco de actores formaron parte como por su calidad en cuanto a realización e interpretación. Además del propio Sancho, en el papel de chulo, estaban otros grandes nombres como Jesús Puente, Pedro Osinaga, José Bódalo, Luis Prendes, Manuel Alexandre, Antonio Casal, José María Rodero, Carlos Lemos, Ismael Merlo, Fernando Delgado y Rafael Alonso. 


En 1976, y en base a una idea suya crea e interpreta al bandolero andaluz más famoso del siglo XIX Curro Jiménez, inspirado en un reconocido bandolero de la época. Es el personaje por  el que consigue enorme popularidad y con el que se le identificará a lo largo de toda su vida. Todo ello, gracias al carisma y fuerza arrolladora desplegaba en su mirada, hasta el punto de desbordar la pequeña pantalla con dicha interpretación. Curro Jiménez era el líder de un grupo de bandoleros, al que acompañaban el Algarrobo (Álvaro de Luna), el Estudiante (José Sancho), el Fraile (Francisco Algora) y más tarde el Gitano (Eduardo García), y cuyas andanzas discurrían por Sierra Morena robando a los ricos para dar a los pobres y luchando contra los franceses, pues la acción se desarrollaba durante la Guerra de la Independencia española, conjugando así una visión romántica del bandolerismo del siglo XIX a la vez que  histórica. Una serie muy cuidada en cuanto a ambientación y fotografía, por la que pasaron importantes realizadores como Mario Camus o Pilar Miró, entre otros. Un éxito que llevó a que contase con hasta tres temporadas, aparte de ser repuesta en infinidad de ocasiones, siendo conocida por varias generaciones de telespectadores. A su vez contó con una versión cinematográfica Avisa a Curro Jiménez 1978 además de una secuela produjo el propio Sancho  en 1995 para Antena 3 Curro Jiménez: el regreso de una leyenda, cuya acción se desarrollaba en iberoamérica pero ya con un Curro Jiménez maduro, que no llegó a tener  la aceptación de la primera.


Aparte de sus interpretaciones como justiciero y aventurero fue capaz de ponerse en la piel de asesinos. Es el caso de su personaje en uno de los capítulos de la serie La huella del crimen dirigió Juan Antonio Bardem, y que llevaba por título Jarabo, en el que el propio Sancho encarnaba a un vividor y psicópata asesino, que causó gran impacto por la frialdad y crueldad de su personaje así como la dureza de las escenas.


Sancho Gracia ha tenido también una extensa carrera tanto en cine como en teatro, ha trabajado a las órdenes de diferentes directores desde sus inicios hasta la actualidad. Destacó especialmente la estrecha relación profesional y de amistad mantuvo con Álex de la Iglesia, participando en varias de sus películas pero fue con 800 balas 2002, en un personaje hecho a su medida, por el que consiguió fuese nominado en los premios Goya a mejor actor.


Son sólo algunas de las muchas interpretaciones ha realizado a lo largo de su carrera y que merecía al menos resaltar más allá de su personaje al que permanecerá unido para siempre y que no es otro que el de Curro Jiménez. Valga así nuestro homenaje a este irremplazable actor.


sábado, 4 de agosto de 2012

Carmen Sarmiento, una periodista heroica.


Mayoritariamente son hombres los periodistas que cabría citar cuando hablamos de la heroicidad en el periodismo, como si resultara que el hombre fuese el único capaz de arriesgar su vida para que los demás veamos cumplido un derecho básico como es el derecho a la información. Pero, si es una mujer en vez de un hombre la periodista heroica, y a eso añadimos un compromiso fiel con los más desfavorecidos, no cabe más que mencionar un nombre, Carmen Sarmiento. En su afán viajero por descubrir y contar historias humanas y teniendo siempre presente su lucha pro del colectivo femenino así como extraordinaria solidaridad, contribuyeron a mitigar el sacrificio que en ocasiones lleva consigo el trabajo periodístico. Una labor que vio reconocida con varios premios a lo largo de su carrera como el Premio Nacional de Periodismo por su trabajo en la serie Los marginados, El Premio Nacional de Derechos Humanos en 1984 por el conjunto de su obra televisiva, o el TP de Oro en 2001 por toda su trayectoria profesional entre otros.
 

Carmen Sarmiento ingresa en TVE en 1968, y lo hace rompiendo los esquemas imperaban por aquel entonces al conseguir un puesto como reportera de internacional en un gueto hasta el momento reservado en exclusiva al hombre como era el área de internacional de los servicios informativos de TVE. Hazaña que compartió junto a Elena Martí, otra de las pioneras que lograron no sin esfuerzo abrirse camino en el reporterismo internacional. Una posición que la llevaría a recorrer alrededor de setenta países, en su mayoría en conflicto, donde pronto se percataría de las grandes injusticias se venían cometiendo con los más desfavorecidos, especialmente niños, ancianos y mujeres, y no dudó en dar voz a los sin voz y mostrar una realidad que permanecía oculta al Primer Mundo y olvidada por los grandes medios de comunicación.


Un periodismo de denuncia y combativo que marcó toda su trayectoria profesional durante los treinta y cinco años estuvo en TVE. Tanto desde sus inicios como reportera de internacional que enseguida se ganaría el calificativo de corresponsal de guerra al cubrir una serie de conflictos como El Salvador, Nicaragua, Líbano o los golpes de Estado de Etiopía, Portugal, Argentina, Ghana, entre otros, pasando por su trabajo como documentalista en series como Los marginados, Mujeres de América Latina o Los excluidos. 

Carmen Sarmiento en los campos de refugiados del Sahara.

En su labor como corresponsal de guerra para programas como Informe Semanal, Primera Página, Objetivo, o enviada especial para el Telediario, tuvo que hacer frente a una serie de dificultades, desde enfermedades tropicales a complicaciones en sus desplazamientos y coberturas.

Carmen Sarmiento durante la cobertura del conflicto nicaraguense 1982 portando pistola en mano en una de sus entradillas a cámara.

También estuvo a punto de ver peligrar su vida en varias ocasiones, en una de ellas fue víctima de una emboscada en Nicaragua con muertos por medio, hasta incluso llegó a ser secuestrada por el ejército colombiano cuando realizó una visita a ‘Tiro Fijo’ jefe de las FARC para una entrevista.

Carmen Sarmiento recoge en varios libros sus vivencias personales durante sus trabajos como corresponsal de guerra y documentalista de TVE.

Después de nueve años poniendo un alto precio por su vida como corresponsal de guerra decide abandonar al llegar a un punto de no poder soportar las atrocidades pudo presenciar y dar cuenta. Y lejos de optar por cierto travestismo periodístico o privilegiado decidió encaminar su labor hacia el documentalismo y así poder recuperar aquellos que había dejado en el camino durante su etapa de corresponsal y que la premura de los informativos no le permitió detenerse en ellos y sus historias como le gustaría. Es como surge una de sus series documentales de mayor éxito Los Marginados 1982 que permaneció en antena hasta 1991 aparte de cosechar numerosos premios y prestigio. La serie mostraba las difíciles condiciones de vida de los más desfavorecidos del Planeta.


En 1994, abordó la problemática femenina en el tercer mundo con Mujeres de América Latina, sirva como ejemplo de entre las estremecedora historias nos eran relatadas en la serie aquella que después del último terremoto de México que ocasionó centenares de muertos y desaparecidos al destruirse unas fábricas donde trabajaban principalmente mujeres, sus propietarios pidieron recuperar primero las cajas fuertes a los cuerpos de aquellas mujeres atrapadas entre los escombros. Una serie que provocó suspicacias en de la dirección de TVE a la hora de su emisión, acordando su secuestro durante año y medio por motivos políticos y una vez emitida se produjo una falta de reconocimiento total hacia Carmen Sarmiento relegándola a hacer pasillo en TVE durante siete años.


Hasta su reaparición en el año 2000 con una nueva serie Los Excluidos, similar a las anteriores dio voz y nos recordó de nuevo a los olvidados del Planeta, niños que trabajan de sol a sol por un puñado de comida, mujeres obligadas a ejercer la prostitución, indígenas pobres entre los pobres por la injusta distribución de la riqueza, y que vino a cerrar su etapa como profesional vinculada a TVE durante treinta y cinco años. Ya jubilada sigue activa en su continua batalla social y feminista dando conferencias, viajando y haciendo reportajes para ONG. Un especial compromiso pro de la mujer que no sólo encontró reflejo en sus trabajos para televisión sino también como destacada militante feminista que la llevó en 1972 a participar en la creación del Colectivo Feminista de Madrid y posteriormente del Partido Feminista.


Carmen Sarmiento no sólo pasará a la historia del periodismo por ser una de las pioneras en conseguir importantes conquistas para la profesión, en especial para el colectivo femenino. Ha sido ante todo una luchadora que creyó y cree en la revolución de la palabra, advirtió al Primer Mundo sobre las injusticias sociales se cometen en el Tercer Mundo, para ello dio voz y nos contó la realidad social de los olvidados. Tuvo siempre claro que no hay objetivismo que valga ante las injusticias y sufrimiento de los más débiles sino honestidad y compromiso de cara a  un periodismo más humano y solidario.