jueves, 7 de marzo de 2013

Hasta siempre, Pepe Sancho.


Pepe Sancho nos dejó sin avisar el 3 de marzo de 2013, a la edad de 68 años a consecuencia de un cáncer. Con el se va uno de nuestros actores más convincentes, que se crecía especialmente interpretando a los personajes más ásperos y controvertidos. Ha sido ese gran actor secundario que conseguía ponerse a la altura del actor protagonista. A pesar, de llevar cincuenta años en la profesión, de haber trabajado a las órdenes de diferentes directores y haber interpretado gran variedad de personajes de todos los estamentos y condiciones, se consideraba un actor en continuo aprendizaje, de los que buscaban entre los jirones de los personajes.


Se inicia profesionalmente en la década de los 60 como actor de teatro, aunque también hizo sus pinitos en el mundo del cine, primero como figurante para después llegar a representar pequeños papeles. Pero en seguida da el salto a la televisión, aprovechando el buen momento por el que pasaba el teatro en la pequeña pantalla, dándose a conocer al gran público en los míticos Estudio 1 y Novela.

 Pepe Sancho en el personaje de El estudiante de la serie Curro Jiménez.

Pero fue a finales de los 70 con la serie Curro Jiménez donde alcanza gran fama y popularidad con su personaje de El estudiante, un mujeriego, truhán y apuesto bandolero por el que consigue cautivar a la audiencia.

 Pepe Sancho, junto a Javier Bardem, en el personaje del policía Sancho de la película Carne Trémula, por el que consiguió el Goya al mejor actor de reparto en 1997.

A partir de entonces las ofertas del mundo del cine no se hicieron esperar Rafael Gil, Carlos Saura, Pedro Almodóvar, José Luis García Berlanga, Mario Barroso, Antonio del Real, entre otros, contaron con el para algunas de sus películas. Pero si prolífica fue su carrera cinematográfica durante los 80 y 90, también lo fue a nivel televisivo, participando en muchas series como Turno de Oficio, Pedro I el Cruel, Las chicas de hoy en día, Quién da la vez, Colegio mayor, o protagonizando otras como Carmen y familia, Los negocios de mamá, o Camino de Santiago, entre otras.
  
 Pepe Sancho en el personaje de Don Pablo de la serie Cuéntame cómo pasó.

Hasta que consigue otro de sus personajes hechos a su medida, y ese fue el de Don Pablo en la serie Cuéntame cómo pasó, un empresario oportunista y vividor que prospera económicamente al amparo del régimen franquista, para lo cual trata de utilizar y conseguir el favor de Antonio Alcántara. Debido al éxito de su personaje, se mantuvo en la serie durante ocho años (2001-2008).

Pepe Sancho en el personaje de Rubén Bertomeu de la serie Crematorio.

Como actor de carácter le permitió interpretar con gran naturalidad a personajes históricos como Milans del Bosch para la miniserie de TVE 23 F: el día más difícil del Rey, al cardenal Tacancón en Tarancón: el quinto mandamiento, o al pretor Quinto en la serie Hispania, la leyenda e Imperium. Uno de sus últimos trabajos televisivos fue el de Rubén Bertomeu para la serie Crematorio, otro de esos personajes controvertidos que nadie como el ha conseguido resulte creíble y que le valió la rendición por completo de crítica y público.

 Pepe Sancho en el personaje de Enrique IV.

No menos importante fue su faceta como actor de teatro, pues aparte de representar en muchas ocasiones a los clásicos, destacó con varias obras en las que encarnó a relevantes personajes históricos como Adriano en Memorias de Adriano, o Enrique IV, este último fue uno de los personajes que más esfuerzo le supuso. Aparte tuvo oportunidad de dirigir algunas obras como Vamos a contar mentiras, Los intereses creados, entre otras.
  
 Libro de Memorias de Pepe Sancho.

Si algo caracterizó a Pepe Sancho, esa fue su enorme valentía, tanto a nivel personal como en lo profesional. Siempre ha hecho lo que ha querido, sin agachar la cabeza ante nadie, aunque resultase controvertido. No fue raro verle de tertuliano en algunos programas radiofónicos como Protagonistas de Luis del Olmo, o programas de debate en televisión. Pues, aparte de su gran bagaje interpretativo, fue un gran conversador. Vamos, que Pepe Sancho no dejó indiferente a nadie y llamó a las cosas por su nombre. Genio y figura.
  



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