Este Inolvidable va dedicado a una de las mujeres más prolíficas del panorama artístico español, destacando no sólo como actriz sino también como reconocida guionista, dramaturga y directora teatral aparte de novelista, siendo la escritura su verdadera pasión. Como actriz, su paso por la pequeña pantalla fue un tanto fugaz, sin embargo, dejó una huella profunda difícil de borrar especialmente con dos personajes memorables que seguro más de uno recordará, el de Lola en Anillos de oro o el de Pilar Beltrán en Segunda enseñanza. Me refiero, como no, a Ana Diosdado.
Ana Diosdado, es de esas personalidades completas y comprometidas donde las haya, que merece la pena descubrir y resaltar hoy día, quién mejor que ella para poner en valor el oficio de actor, frente a aquellos que parece ya han ganado tal merecimiento por el simple hecho de ser mediático o supuestamente popular, aunque para ello haya que rebajar la profesión hasta el punto de que la vocación, el esfuerzo y el talento, es ya lo de menos.
Ana Diosdado nace en Buenos Aires en el seno de una familia dedicada al mundo de la interpretación, con sólo cinco años se inicia en el teatro con la obra Mariana Pineda en la compañía de Margarita Xirgú. Ya en España, empieza a trabajar en la compañía de su padre a la vez que compagina con sus estudios. Comenzada la carrera de Filosofía y Letras decide abandonar por la escritura, presentándose al premio Planeta en un par de ocasiones llegando a ser finalista en 1964 con la novela En cualquier lugar, no importa cuándo. Su inicio como autora teatral tiene lugar adaptando textos de importantes autores extranjeros, en aquel momento era la mejor forma de sortear la censura franquista. En 1970 escribe su primera obra teatral Olvida los tambores, uno de sus mayores éxitos que le valió el premio Maite y el Foro Teatral. Una constante en la carrera de Ana Diosdado ha sido su gran implicación en cada proyecto se propuso, llevándola a formar su propia compañía a la vez que dirigir e interpretar en muchas ocasiones a los personajes creados por ella misma. Y lo mismo ocurrió con sus trabajos para televisión, no sólo responsabilizándose de los guiones sino también protagonizando los personajes principales de sus obras. Así la pudimos ver en la que fue su primera serie televisiva, Yo, la juez, 1972. En 1974 escribe el guión y protagoniza junto a Jaime Blanch la serie Juan y Manuela. Pero será el tándem Masó & Diosdado el que mayores y mejores resultados podría dar con dos series emblemáticas de los 80, Anillos de oro 1983 y Segunda enseñanza 1986, donde la propia Diosdado aparte de escribir los guiones interpretó los personajes protagonista, valiéndole importantes premios y reconocimiento no sólo en España sino también incluso fuera de nuestras fronteras, especialmente en el mundo de habla hispana y EE.UU.
TVE decide a principios de los 80 llevar a cabo un proyecto de serie que había sido presentado años atrás por la propia Diosdado y que hasta entonces habían rechazado, y gracias a la implicación de Pedro Masó, uno de los realizadores mejor considerados del momento, lograron por fin convencer a TVE sobre la oportunidad para contar la historia de Lola (Ana Diosdado), una abogada que retoma la profesión después de años dedicada a su familia y Ramón (Imanol Arias), un joven abogado, un tanto soñador y amigo del marido de Lola, deciden montar un despacho especializado en causas matrimoniales, por el que pasaron toda una serie de parejas con historias de lo más variopinto, claro reflejo de la sociedad del momento y aprovechando la coyuntura política, pues se había aprobado recientemente la ley del divorcio, se tocaron temas un tanto atrevidos, teniendo en cuenta que la conciencia social anterior todavía estaba muy arraigada, como el adulterio, el aborto o la homosexualidad, que mezclado con la historia romántica vivieron sus dos principales protagonistas, no sólo se consiguió que las historias contadas desde la sencillez y sinceridad tocasen la fibra sensible del telespectador, sino que permitió catapultar al estrellato a sus dos actores principales por su magnífica interpretación, convirtiendo a Imanol Arias en el galán por antonomasia y a Ana Diosdado en una de las actrices más convincentes del panorama televisivo.
Mítica cabecera y sintonía de la serie Anillos de oro, 1983
Aparte la serie contó con un gran reparto de actores de primera fila que junto al excelente equipo técnico entre los que figuraban nombres como Gil Parrondo en escenografía o la magnífica banda sonora compuso Antón García Abril, llevó a Anillos de oro convertirse en una de las mejores y más recordadas series de la historia de la televisión en España. En total fueron 13 episodios que TVE emitió los viernes después del Un, dos, tres...responda otra vez.
Debido al enorme éxito de Anillos de oro, el realizador Pedro Masó y la actriz y guionista Ana Diosdado repetirían años después con otra serie, Segunda enseñanza 1986, y donde la música volvería a correr a cargo de Antón García Abril. Segunda enseñanza supuso que por primera vez una serie española girase entorno al mundo de la enseñanza, grabada entre Oviedo, Gijón y Luarca como principales escenarios, se nos contó la historia de Pilar Beltrán, madre soltera y profesora de Historia que toma la decisión de mudarse a Oviedo junto a su hija Elvira (Cristina Marsillach), que trabaja como modelo, abandonando su ciudad natal, Madrid.
El ambiente del colegio, las relaciones de la profesora con su hija, su implicación con las problemas, dudas, inquietudes y alegrías con sus alumnos y familiares constituyen el marco en que se desarrollan los argumentos de cada capítulo, encontrando en Jandro, el director del colegio, el sentido a su vida. Sin embargo, a diferencia de Anillos de oro pasó mas inadvertida para el telespectador, no así en EE.UU. que fue elegida entre las diez mejores series del año.
En cualquier caso, aquellos que pudimos seguir difícilmente olvidaremos y en nuestra memoria quedarán grabadas para siempre secuencias tremendamente duras y emotivas como la de aquel chico interpretó Jorge Sanz que bajo la continua presión de sus padres por hacer de él el hijo perfecto se suicida o el de una chica de buena familia drogadicta y su novio más humilde pero buena persona que pagaba todas las consecuencias. Historias contadas, a igual que Anillos de oro, con la mayor sencillez y sensibilidad. Aparte que esta serie también contó con un amplio reparto de actores de primera fila como Encarna Paso, Héctor Alterio, Juan Diego, así como, toda una cantera de jóvenes promesas Javier Bardem, Aitana Sánchez Gijón, Cayetana Guillén Cuervo, Juncal Rivero, Gabino Diego, Amparo Larrañaga, Silvia Marsó, Sonia Martínez, entre otros muchos.
Una vez finaliza la serie Segunda enseñanza, Ana Diosdado se centra en su carrera de escritora y dramaturga, destacando entre sus grandes éxitos, la novela, adaptada luego a obra de teatro, Los ochenta son nuestros, estrenada en 1988. Luego ha representado Camino de plata 1990, Cristal de Bohemia 1994 y La última aventura 1999. En 2001 fue elegida Presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España, cargo en el que permaneció hasta 2007. Pertenece igualmente a la Asociación de Directores de Escena. Recientemente dos de sus obras de mayor éxito Olvida los tambores y Los ochenta son nuestros han sido reestrenadas.
Una de las grandes creadoras de la televisión no tenidas en cuenta por los directivos actuales que deberían aprovechar su innegable talento.
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